20 septiembre, 2009

¡Ba-lon-ces-to!




Las palabras que dice Pepu Hernández (seleccionador español de baloncesto cuando se ganaron la medalla de oro en el Mundial de Pekín 2006 y la plata en el Eurobasket de Madrid 2007) tienen más sentido del que parece. Hasta hace unos diez años, el baloncesto ha sido en España un deporte minoritario, siempre a la sombra del fútbol. Esto había hecho que nadie, ni los medios de comunicación ni el público en general, le prestasen la suficiente atención. La gente sólo se acordaba de que existía para lo bueno, cuando se ganaba una medalla como en las Olimpiadas de Los Angeles '84.

Esto ha cambiado con una nueva generación de jugadores (Gasol, Garbajosa, Navarro, Carlos Jiménez, Calderón, Rudy Fdez, Ricky Rubio...) que han elevado el baloncesto a lo más alto del deporte español, europeo y mundial. Fueron campeones del mundo, subcampeones de Europa y el año pasado, plata en los JJOO de Pekín. En el Eurobasket de Polonia que terminó ayer, empezaron francamente mal, perdiendo el primer partido contra la selección de Serbia, justamente los rivales de ayer en la final. Luego volvieron a perder ante Turquía y estuvieron a punto de ser eliminados. En España la gente se temía lo peor y los medios deportivos empezaron a acusarles de haber ido a Polonia con aires de prepotencia, demasiado relajados. El capitán J.C. Navarro hizo unas declaraciones en las que pidió a la gente un voto de confianza. Se lo dimos todos y ellos reaccionaron. ¡Vaya si reaccionaron!

Más allá del placer que siente alguien que ha jugado durante muchos años a baloncesto, viendo que un deporte tan querido y que tantos recuerdos me trae empieza a ser querido y valorado por mucha gente en España, lo de la selección española de baloncesto en este campeonato me parece, por encima de todo, una muestra de superación y esfuerzo, de ansia de triunfo y de trabajo en equipo; en definitiva, una lección de algo que se echa en falta en estos tiempos de crisis de valores: el amor propio.

2 comentarios:

  1. Hablando de baloncesto, pero no, a Rudy Fernández lo conozco desde que tenía, él, 8 o 9 años. Jugaba en el mismo equipo de Fútbol 7 que mi hijo (campeones de Baleares, por cierto). Pero Rudy era un año más joven y jugaba poco. Ese año, porque a los siguientes se salía también sobre la tierra. Un fenómeno;-)

    Conocí algo a su padre. Todo pasión por el basket (y por el Joventut, creo recordar). Buena gente.

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  2. Recuerdas bien, Juan. Rudy jugaba en el Joventut de Badalona. Curiosamente, los buenos aficionados al baloncesto de Valencia conocimos antes a Marta Fdez., la hermana de Rudy, que jugó muchos años en el Ros Casares, el equipo de baloncesto femenino de Valencia. Luego vimos que el hermano pequeño era igual de bueno que la hermana (Marta también es muy buena, ahora creo que juega en Rusia o por ahí), incluso más.

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