04 febrero, 2012

Un proyecto de futuro para mi Facultad


El próximo día 29 de febrero se celebran elecciones para elegir al nuevo decano de la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Valencia. Para quien no lo sepa, el decanato es la instancia encargada de gobernar el día a día de la facultad y de gestionar sus recursos económicos y humanos. O sea, que hablamos de algo muy importante, al menos para quienes tenemos aprecio a nuestra facultad e intentamos implicarnos para que sea un lugar mejor en el que poder trabajar y convivir más a gusto.

A falta de la confirmación oficial, parece que a esas elecciones concurrirán dos candidaturas. Como miembro electo de la Junta de Facultad en representación del PIF (Personal Investigador en Formación), tendré el privilegio y la responsabilidad de votar el día 29, cosa que - por desgracia - solo podremos hacer unas cincuenta personas (los miembros de la Junta de Facultad) de las más de dos mil – entre PDI (Personal Docente e Investigador), PAS (Personal de Administración y Servicios) y Estudiantes – que forman parte de la facultad.

El pasado jueves 2 de febrero tuvo lugar la presentación oficial de la candidatura que lidera el profesor Francisco M. Gimeno Blay (Catedrático de Ciencias y Técnicas Historiográficas). Fue un acto serio y muy bien preparado en el que se presentó un programa y en el que se ejemplificó un estilo, una forma de pensar la facultad y de hacer las cosas. Fue un acto emotivo y participativo con el que algunos nos empezamos a ilusionar, vislumbrando la posibilidad de un cambio cercano. Se vio a un equipo de personas dispuestas a trabajar por mejorar nuestra vida diaria en la facultad y por dotar a nuestro centro de algo fundamental: la independencia y la personalidad; esa voz propia que tanto se echa en falta dentro de una Universidad de Valencia en la que las Humanidades tienen cada vez un papel más testimonial y secundario, más dependiente de esos saberes técnicos que – como dijo el profesor Gimeno – gozan en la actualidad de una fama efímera. Se vio a un candidato con las ideas claras y con un proyecto que pasa por recuperar el espíritu y la identidad de una facultad unida en la que todos rememos en la misma dirección; no una facultad en la que – como ha sucedido en los últimos tiempos – cada departamento hace la guerra por su cuenta, en un egoísta salvase quien pueda que nos condena a todos a la mediocridad y la indefensión frente a las instancias universitarias y políticas superiores. Creo, sinceramente, que en mi facultad se han hecho cosas bien en los últimos años y me consta – y es de justicia decirlo aquí – que el equipo encabezado por la profesora Elena Grau ha trabajado mucho; pero creo igualmente que quedan muchas cosas por hacer y por mejorar, a pesar de que se anuncien tiempos difíciles – o precisamente por ello – en los que todos vamos a pagar la nefasta gestión de unos pocos.

En 2010 el diario ABC realizó una encuesta en la que distintos entrevistados daban su particular receta para intentar salir de la crisis y empezar el proceso de "regeneración" de España. De las respuestas que dieron los encuestados, me gustó especialmente la que ofreció Antonio Muñoz Molina cuando, interrogado por su propuesta de solución para los problemas del país, el novelista ubetense contestó citando a Albert Camus: "Que cada uno cumpla con su trabajo". Pienso que no hay mejor resumen que ese para explicar lo que debería suceder en la Facultad de Geografía e Historia de la UV. Considero que ha llegado el momento de que – como dice el lema de la candidatura de Francisco Gimeno – entre todos lo hagamos todo y de que empecemos la autocrítica por nosotros mismos, preguntándonos – como hizo J.F. Kennedy – qué puede hacer cada uno de nosotros por la facultad. De lo contrario, estamos condenados a la dispersión de esfuerzos y a la crítica estéril y autocomplaciente: a la queja fácil contra el sistema en la que cada colectivo echa la culpa al otro (los estudiantes a los profesores, los profesores a los secretarios, y así sucesivamente hasta llegar al rector) en una espiral absurda que no conduce a nada.

Parece más que evidente que nuestra facultad necesita un cambio de rumbo, un nuevo empuje que supere la etapa anterior salvaguardando la herencia de lo que se ha hecho bien y corrigiendo lo que se ha hecho peor o lo que, sencillamente, no se ha hecho. Personalmente, creo que ese impulso lo deben dar personas con experiencia y credibilidad, con una carrera académica acreditada y con ganas de dedicar una parte importante de su vida profesional a los demás, a la facultad. Creo que en mi facultad hay personas muy válidas para emprender esa tarea y creo que varias de ellas forman parte de la candidatura del profesor Gimeno Blay. Por eso, les voy a dar - y nunca mejor dicho - un voto de confianza: por lo del voto y por lo de la confianza.

3 comentarios:

  1. Conozco al profesor Gimeno Blay desde hace años y me alegra saber que ha dado un paso al frente para asumir esta responsabilidad. Me encantaría poder votarle.

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  2. Es una buena noticia. Hoy, miércoles 8 de febrero, el candidato y su equipo han tenido una reunión con los representantes de los estudiantes. Por lo que parece, hay muy buena sintonía.

    Vale la pena.

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  3. Quina quantitat de sabó per a rés. M<are meua.!! A mi l'acte del que es parla em va ssemblar d'un "cursi" que mataba. I idees poques i inaplicables. Aixó sí,és el que té de bó la llibertat d'expressio.

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