17 marzo, 2012

La soledad según Julio Cortázar


Ayer mientras me tomaba un té y charlaba con una buena amiga me acordé de una cosa que dijo Julio Cortázar en una famosa entrevista*; en realidad, muchas veces (demasiadas quizá) me acuerdo de estas palabras del genial escritor argentino, sobre todo cuando estoy - como dice Cortázar en este vídeo - en "grandes contactos humanos". Le contaba a mi amiga que siento - y no me enorgullezco de ello en absoluto - que cada día que pasa me vuelvo más solitario, más individualista. Es un poco aquello de decía Josep Pla - y que practicaba como nadie Baroja - de "navegar contra la corrupción de la corriente", pero es también - y sería absurdo negarlo - una variante de misantropía. No es solamente un rechazo de las multitudes o un desprecio hacia aquello que hay de gregario en la masa, no; también me sucede con algunos - no con todos - de los que han sido mis amigos (o eso creía yo) durante mucho tiempo. Por eso, hace ya tiempo que he optado por aislarme un poco del mundo y por volcar todo mi cariño y mi afecto (aceptando que no soy persona especialmente efusiva ni amable), toda mi generosidad (la poca o mucha de la que soy capaz), en un grupo cada vez más reducido de amigos y amigas que salen ganando - o eso espero - en esta especie de discriminación que establezco. Como dice Cortázar en el vídeo: "amigos pocos, pero buenos". Si se fían de mi criterio, dediquen, por favor, cinco minutos a escuchar estas reflexiones de un solitario sobre sí mismo. Quizá alguien se reconozca en ellas; o quizá no.

*El vídeo es un fragmento de una extensa entrevista (casi dos horas) que le hizo el periodista Joaquín Soler Serrano a Julio Cortázar en 1977, para el mítico programa de Televisión Española, A Fondo. Se puede escuchar entera (enlazando todas sus partes) en Youtube.

10 comentarios:

  1. Ha llegado el día. Por algo había que empezar. Con esta actualización no puedo reprimir el escribirte un comentario. Quizá suene egoísta e incluso perverso, pero me es imposible hacer otra cosa que no sea el animarte a que sigas con esa “discriminación”. De no apoyarla estaría yendo en contra de mis intereses ya que,evidentemente,creo estar en el grupo de los que salen ganando.

    Espero encontrarme con actualizaciones de este tipo más a menudo.

    María

    ResponderEliminar
  2. Ánimo, Paco. La misantropía es un estado transitorio que acaba siendo colectivo y beneficioso: nos beneficiamos, en efecto, mucha gente sociable.

    ResponderEliminar
  3. Muchas gracias por no reprimirte, María. Eres muy bienvenida a esta casa; es un lujo tenerte como comentarista. Intentaré no ser injusto (porque creo que durante los últimos años lo he sido un poco) en esta discriminación de amistades a las que dedicar mi tiempo, pero me temo que la deriva individualista es inexorable.

    Gracias por los ánimos, Justo. Yo también creo (y espero) que este período de misantropía es eventual y que tiene mucho que ver con una confluencia de circunstancias personales de signo contrapuesto. La amiga con la que hablaba ayer es testigo de que te puse como ejemplo de persona sociable y extremadamente generosa con tus amistades, que sí que se benefician de ello. Yo intento seguir tu ejemplo en lo intelectual y en lo personal, pero sé positivamente que jamás llegaré a ese nivel de amabilidad por mi falta de paciencia y por mi tendencia - de todos conocida - a la queja y la insatisfacción permanente. Hago esfuerzos por corregirlo, pero acabo aceptando que - como en la fábula del escorpión y la rana - es algo invetible, que va en mi naturaleza.

    ResponderEliminar
  4. Pla en el fondo era un tipo que repudiaba a los solitarios. Así lo dice en su primer dietario sobre Madrid: denosta las grandes ciudades porque ese son el caldo de cultivo ideal del solitario. Y él, dice, ni lo es, ni quiere serlo. Por eso prefiere la vida acotada de un Llofriu. Al final, tanto Baroja como Pla, que iban de misántropos, estaban todo el día alternando con diversas gentes. No obstante, prefiero el talante de Pla al de Baroja.

    Estoy de acuerdo con que amigos pocos y buenos. Pero la amistad admite muchos grados, y que creo que es bueno estar abierto a todos ellos.

    abrazos filántropos,
    E

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tienes razón, Edu. Tanto en Pla como en Baroja hay algo de pose y de afectación. El otro día en la defensa de mi tesis salió ese tema: lo que hay de retórico y de fingido en ese estar contra el mundo de la actitud barojiana. A Baroja le gustaba la compañía y la charla amistosa (por eso invitaba la gente a las tertulias de su casa), pero según con qué gente...

      Hablando de Madrid y de Pla, la última semana de este mes voy a estar por allí. El 28 tengo un coloquio/presentación sobre Julio Camba en la Casa del Libro de la calle Fuencarral. El resto de la semana estaré metido en la Biblioteca Nacional, recopilando artículos de Camba. En cuanto aterrice te llamo y vemos si concretamos un comida o cena.

      Un abrazo.

      Eliminar
  5. Gran admiradora de Cortázar, llegué a esta página porque pensaba dedicarle un post a la soledad. Al igual que vos, cada día disfruto más estar sola. Hay algo de vital importancia en la introspección, y hasta totalmente poético en la soledad.

    ResponderEliminar
  6. QUE BUEN POST Y QUE MAESTRO CORTÁZAR, LLEGUÉ ACÁ PORQUE ESTOY PREPARANDO UN PROGRAMA DE RADIO SOBRE LA SOLEDAD, UN SALUDO GRANDE

    ResponderEliminar
  7. QUE BUEN POST Y QUE MAESTRO CORTÁZAR, LLEGUÉ ACÁ PORQUE ESTOY PREPARANDO UN PROGRAMA DE RADIO SOBRE LA SOLEDAD, UN SALUDO GRANDE

    ResponderEliminar