03 septiembre, 2009

Las mujeres que no amaban a las mujeres


Una de mis autoras preferidas, la socialista y feminista María Lejárraga , escribió en un ensayo ("De feminismo", 1917) que las mujeres de su época estaban obligadas a ser feministas "por ley de naturaleza". "Una mujer que no fuese feminista - insistía Lejárraga - sería un absurdo tan grande como un militar que no fuese militarista o como un rey que no fuese monárquico". Este argumento rotundo, esta regla de tres apodíctica, me hizo reflexionar sobre el tema en su día: ¿son todas las mujeres feministas?; ¿Hay mujeres que no son feministas?; y, si no son feministas, ¿qué diablos son? ¿Machistas?, ¿Antifeministas?...

Hace unos días, mientras hacía zapping, vi en la Televisión Autonómica Valenciana una imagen (la que reproduzco arriba) que me llamó la atención. También vi a una joven reportera - póster en mano - haciendo una encuesta entre los vecinos de la valenciana localidad de Canals. Me informé más sobre la
noticia y me dio por reflexionar sobre el asunto. Inmediatamente, vinieron a mi memoria las palabras de María Lejárraga. Entre reflexión y reflexión, una pregunta, una duda existencial, apareció en mi mente. Decidí entonces, poner mis ideas por escrito y formular esa pregunta en voz alta, en busca de una respuesta que todavía hoy, no he hallado.

Reflexiones y pregunta, pueden leerse en un breve artículo que ha publicado El Imparcial. Su título:
Las mujeres que no amaban a las mujeres.

NOTA: Como primera reacción a mi reflexión, la gente de la página web Conéixer Canals (
www.coneixercanals.com) me comunica que han colgado allí el artículo.

16 comentarios:

  1. A ver, la chica del tanga lleva un pito colgando... Magnífica metáfora, pues, de la seducción del poder:-PPP

    Saludos!

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  2. Juan Antonio Millón4 de septiembre de 2009, 18:52

    Cuando hablamos de "feminismo" deberíamos entender que existen varios discursos que se pueden agrupar bajo ese rótulo y que no todos ellos suponen ni el mismo grado de compromiso, ni las mismas exigencias ni idénticas responsabilidades. Pero, más allá de discernir en ello, el caso que tú, Paco, exhibes no sólo contiene la evidente manipulación de la imagen del cuerpo de la mujer, llevandola a una degradación huamana, sino que -y para mí es importante- esta campaña ha sido ideada por el "entrenador". Éste es el error. En él muchas de las preguntas encontrarán respuesta.

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  3. Tienes razón, Juan. No había reparado en el detalle del pito (y la dirección hacia donde apunta) pero es cierto, la metáfora es buena. Además, tiene su mérito porque escuché que la foto no era de ninguna jugadora del equipo (decían que la habían sacado de Internet), o sea que, o el pito es una añadido artístico del autor de la campaña o han buscado la foto así, que también tiene lo suyo.

    Amigo Juan Antonio: en un post pasado en el que anunciaba mi participación en un ciclo de conferencias sobre literatura feminista, ya dije que "el Feminismo" (ese que se escribía en mayúsculas y en singular) ya hace tiempo que no existe. Hoy existen mil tipos y subtipos dentro del discurso feminista. Otra cosa es el tiempo en el que escribió María Lejárraga. Entonces sí, o eras feminista o antifeminista; o si me apuras, o sabías lo que era el feminsmo, o no tenías ni idea. Lajárraga explica muy bien en sus ensayos feministas, como algunas mujeres de la época critican a las feministas porque no entendían lo que hacían ni lo que pedían. No les cabía en la cabeza el que quisieran para ellas lo que disfrutan los hombres.

    En el caso de esta notícia, aparte del evidente uso del cuerpo femenino como reclamo, que tú destacas, se añade también el tema en el que yo quería poner el acento esta vez: el hecho de que muchas veces, son las propias mujeres las que no están de acuerdo en lo que hacen otras mujeres por el bien conjunto de su sexo. Por eso lo del juego de palabras del título.

    Paco Fuster

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  4. Juan Antonio Millón4 de septiembre de 2009, 22:20

    Muchas mujeres se mueven con estereotipos y con miedos como también los hombres, no lo dudes. Y eso, creo, es, hasta cierto punto, normal. Eso mueve a muchas mujeres a tomar distancias o a rechazar el "feminismo": piensan en la pérdida de algo constitutivo. Ello es producto de la ignorancia y de la asunción del sistema patriarcal, a partes iguales.

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  5. ¿A qué llamamos incultura?

    Paco, es usted un observador agudo, despierto. Me hacen gracia esas puntualizaciones que hace en su blog. Le animo a seguir. Hay, sin embargo, algunos reparos que debo hacerle. En primer lugar, algo que me desagrada en el aspecto externo de su blog: ¿qué hace ahí ese logo del Ministerio de Cultura convertido en Ministerio de Incultura? ¿Le vamos a atribuir a los responsables del organismo la "incultura" del público municipal y espeso? Supongo que no es su intención.

    Creo, además, que hay que ser muy cuidadoso con el examen de lo que usted llama incultura. ¿Qué es? ¿La bronca, la rudeza, el vandalismo, la chulería, el grito, el habla ordinaria, el comportamiento retador? Si es así, podríamos decir que nunca antes ha habido mayor nivel de instrucción y de educación. Cuando yo era jovencito, en los autobuses, en los trolebuses y en los tranvías había carteles que decía "Prohibido escupir". Sin duda, hemos mejorado...

    En las explicaciones de este blog dice usted literalmente: "...constatar el nivel de incultura que se ha enseñoreado de buena parte de la sociedad española..." Eso, Paco, es una generalización que supone, además, la suposición de que tal vez hubo un tiempo en que la incultura no se había enseñoreado de buena parte de la sociedad española. Creo que debemos ser muy cuidadosos con las generalizaciones. A mí, particularmente, me ponen enfermo. Ya sé que de cuando en cuando nos las consentimos, pero hay que precisar. Como nos recordaba Carlo Ginzburg citando a Aby Warburg: Dios está en lo particular.

    Ánimo. Fdo.: Justo Serna

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  6. Juan Antonio: estoy de acuerdo. Todos nos movemos por estereotipos. El debate sexista es, por definición, un terreno abonado para los estereotipos y las etiquetas. Si ha eso se añade la ignorancia que tú citas (la incultura que diría yo), el resultado es un galimatías de gente opinando sin ton ni son.

    Paco Fuster

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  7. Justo: aclaro un poco. El logotipo lo busqué a drede para el enlace a mi blog en OdP (luego pusimos otro y este lo puse aquí). Más que ser una crítica al Ministerio de Cultura, es una propuesta de un Ministerio que yo crearía, con la misión de luchar contra la incultura de algunas gentes. El oficial de Cultura se dedica, entre otras cosas, a financiar el cine español y a dar medallas de las artes a toreros. Este nuevo yo lo dedicaría a intentar hacer llegar la cultura a la gente que no puede acceder a ella y, sobre todo, a los que no quieren. O sea que, aunque se preste a confusión lógica, no es que quiera decir que el Ministerio de Cultura es de Incultura. He cogido ese logo porque alguien lo creó; si pudiera o supiera, crearía uno nuevo.

    Sobre lo de que hemos mejorado en educación respecto a hace unos años, no sé qué decirte. Yo esa época de los carteles no la viví, pero ahora la cosa tampoco está muy boyante en cuanto a formas y urbanismo que digamos (si sales un sábado por la noche puedes ver varios ejemplos). Sé que es generalizar, pero ya sabes que mi opinión de la ESO (esto sí que lo he vivido en primera persona) no es la mejor. Antes la gente escupiría y haría otras cosas, pero ahora la gente joven hace cosas que antes eran impensables. Tengo muchos amigos profesores de IES que me cuentan casos surrealistas.

    De todas formas, yo no me refería a eso. A mi la incultura que más me molesta no es la de la persona que no tiene estudios o la persona que quiere ser albañil o carpintero toda la vida (mi padre lo ha sido) pero no se mete con los que optan por otras vías; lo que me molesta realmente es el antiintelectualismo de pueblo (y de ciudad), el desprecio o el no aprecio hacia la gente que tiene estudios y que intenta, en la medida de sus posibilidades, adquirir cualquier tipo de cultura. Esas vecinas de mi madre que le preguntan: "¿historia ha estudiado tu hijo? ¿Y eso para qué sirve? La desinformación y la desidia, el desinterés y el no valorar el esfuerzo de eso es lo hace más daño. Por eso digo en las "explicaciones", que la incultura afecta a una parte de la sociedad española, no a toda.

    Contínuo...

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  8. ...

    No generalizo, digo a una parte (tampoco sé decir un porcentaje). Admito que en la sociedad española (incluso en mi pueblo) hay gente que valora la cultura y ama la cultura, de todo tipo. Aquí la gente se deshace en elogios a los escritores que tenemos. Es cierto. Lo que pasa es que luego hay un parte de la sociedad que sigue obsesionada en valorar más el saber práctico que el teórico (esto también podría enlazar con la pérdida de importancia de las Humanidades). Recuerdo que Muñoz Molina dijo en Santillana del Mar que su madre siempre le decía "búscate un trabajo a la sombra, hijo". Mi abuela vivía obsesionada en que debía ser abogado o trabajar en el banco, con traje y aire acondicionado" (era la época en que sólo había aire en el banco). Ahora cuando le enseño algo que me publican (aunque sea en la revista local de Alginet), le falta tiempo para ir pregonándola entre sus hermanas y vecinas, para presumir de nieto. No sabe - ni quiere saber - de qué va el texto; lo único que quiere es ver que en algo, su nieto es mejor que el de sus hermanas. Lo que quiero decir es que la gente tiene un concepto muy difuso de la cultura y hay cierta gente para la cual leer a Homero o estudiar la Antigua Roma, siempre será una pérdida de tiempo. Si ganas dinero, no; entonces es una maravilla. Pero saber por saber, dónde se ha visto...

    Al contrario que Baroja, no creo que los españoles sean especialmente rudos y malhablados, al menos en esta época. Creo más bien que falta un esfuerzo de la gente por darle más valor a la cultura y la gente que se dedica a ella, empezando por los políticos (no es normal - o bueno, sí - que a mi en Alginet no me dejaran montar una conferencias sobre feminismo que iba a dar "gratis et amore" y en cambio me paguen por ir a Barcelona a contar lo mismo) y terminando por nosotros mismos (me incluyo el primero) que, lo reconozco, a veces deberíamos de bajar el nivel del discurso y intentar hacer llegar lo que se lee y se escribe en la Universidad, la Academia, a la gente que necesita unas explicaciones más acordes a su nivel. El problema viene cuando intentas hacer el esfuerzo y, en vez de encontrarte con gente que te presta atención, te encuentras con gente a la que le interesa un pito lo que le cuentas. Por ellos como si te han dado diez becas, dos Planetas y cuatro Pulitzer. Ni saben lo que es, ni quieren saberlo.

    Paco Fuster

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  9. Sr.Fuster, entro en su blog y por un momento pienso que me he equivocado,me quedo perpleja con los reclamos deportivos.Estoy de acuerdo con el Sr.Millón en que el entrenador tiene algunas respuestas.¿Son esas las bondades del deporte?¿No eran otros valores los que promovía?,pero visto lo visto,esos no estaban en la cabeza del entrenador, sino los primeros.
    Estoy de acuerdo en que en este tema todos funcionamos con tópicos. A todos nos preocupa la imagen, parte de nuestra autoestima proviene de ella, pero en la mujer esto tiene un plus en el mejor de los casos muy irritante.El hecho de hacer recaer toda la autoestima en la imagen es una auténtica desgracia que hace que muchas mujeres se llenen de silicona hasta el tuétano, y esto en parte está sustentado y alimentado por hombres.
    No sé en que discurso feminista se me puede incluir , pero esa utilización femenina me parece lamentable.

    R.S.R.

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  10. Paco, no quiero pecar de didactismo, pero Norbert Elias, en 'El proceso de civilización', indica muy oportunamente cómo nos hemos sofisticado. Antes no se escupía: simplemente se libraban las disputas a mamporros. Hemos avanzado desde el estado de naturaleza, en fin. Seguiremos...

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  11. No sé si el entrenador tendrá las respuestas pero yo, por si acaso, no pienso hacerle la pregunta. Vistas las reacciones que genera el artículo en la paígna web de Canals, dudo que en el pueblo no me hayan colgado ya el título de persona "non grata". Creo que algunos no han entendido bien el texto ni la pregunta que me formulaba.

    Me parece, Justo, que la gente que yo tengo en mente cuando hablo de incultura ha leído poco a Elias. Yo también creo que hemos avanzado, aunque a veces, y viendo el comportamiento de determinada gente, me parezca que en ese proceso ha habido algunos extraviados. Recuerdo un día en el insituto. Tenía clases de Lengua y Literatura con la profesora de la materia, que era a la sazón directora del centro. A media tarde, vino el bedel del centro y le dijo que debía llamar inmediatamente a la empresa encargada de las aulas prefabricadas (era la mítica época de los "barracones") porque a una de ellas le faltaba una pared. "¿Cómo que una pared?", dijo la mujer. "Pues eso, una pared", respondió el conserje. Nos asomamos todos por la ventana y constatamos que, efectivamente, los alumnos se había coordinado para, a base de patadas y empujones, derribar una pared de una aula. Yo creo que en el estado de naturaleza, nadie sería tan tonto como para derribar la pared del sitio en el que vive o convive tantas horas.

    Paco Fuster

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  12. Los libros de actas y capitulares del Ayuntamiento de Valencia del siglo XVIII --que consulté años atrás-- recogen una queja constante de las autoridades municipales: que los jóvenes de la localidad rompen cristales a pedradas, que cometen todo tipo de vandalismos, que hay violencias irrefrenables. El mundo parece a punto de acabar y los naturales están escandalizados. ¿Llamaremos incultura a esos actos? Desde luego, la violencia tiene una etiología variada: sentir algo como ajeno o extraño puede ser causa de estragos. Por supuesto no la justifico, pero los barracones no tenían nada de míticos. De hecho batallé en El País contra esos contenedores o vertederos. Cada uno expresa su malestar o su incultura como puede.

    Justo Serna

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  13. Fascinante debate y que me fastidia bastante porque me gustaría posicionarme en favor de uno de los dos puntos de vista, cosa que me resulta abiertamiente imposible, dado que ambos dicen cosas que suscribo. Decía mi padre -caballero que ha vivido desde la República hasta la Transición y la democracia "profunda" pasando por una guerra terrible y otros terribles cuarenta años de dictadura- que "como buen afrancesado creo mucho en el progreso de la humanidad, pero que por cada tres pasos que hemos dado hacia adelante, hemos dado también dos hacia atrás".

    Les diría, caballeros, que cada una de las partes, una vez el debate se encona, tiende a fijarse más en lo que se adelanta o en la que se atrasa, lo cual sospecho que tiene mucho que ver con el talante de cada uno de ustedes dos.

    Veamos. Yo no puedo dejar de torcer la mirada cada vez que alguien me dice que la educación en España es un desastre. ¿Por qué? Los chicos suspenden, no estudian y no respetan a sus profesores, lo cual puede ser con matices bastante cierto. Lo que no se nos dice es con qué compararlo. Si lo comparamos con ciertos modelos educativos europeos, habremos de investigar algo más que cifras, y me consta que en países como Francia -ver "La clase"- o en Alemania se hacen verdaderas atrocidades con la escuela, pero claro, nuestro fracaso escolar nos sitúa a la cola de la OCDE y en Europa siempre nos ganan. No obstante, si lo comparamos con el pasado, ahí sí que me siento en condiciones de opinar, y la cuestión es bien simple: ser profesor y gestionar una escuela hace tres décadas resultaba fácil porque los "tontos", los desmotivados y en muchos casos también los pobres abandonaban la escuela mucho antes que ahora, si es que llegaban a pisarla. La escuela hoy funciona mal, entre otras cosas, porque la misión social que se le encomienda es extremadamente más compleja y ambiciosa que la que antes tenía. Lo que intento decir es que ciertos síntomas son diagnosticados de forma fatalista como enfermedades de la sociedad, cuando acaso son consecuencia de que son otros males, mucho más profundos y que se hicieron endémicos en el pasado, los que ahora se intenta remediar. Es como irritarse porque ahora mucha gente muere de cáncer, sin darse cuenta de que eso es consecuencia del aumento en la esperanza de vida, que es a su vez consecuencia de la mejora de la salud y la clínica en general.

    Lo que intento decir, sospecho que con demasiados rodeos, es que muchos de nuestros malestares en la cultura son consecuencia de que, como por fortuna ya no vivimos en la España que retrataba Delibes en Los santos inocentes, ya no nos resignamos a ser siervos cuya frase predilecta es "señorito, usted mándenos, que para eso estamos". Yo conocí abusos terribles en la escuela de Franco, claro que siempre quedaba al maestro el remedio de darle dos hostias al niño indisciplinado. Nadie dijo nunca que institucionalizar derechos hiciera más fácil la vida.

    Dicho lo cual, no quiero que parezca que le niego a Paco Fuster el derecho a la desazón, entre otras cosas porque yo la experimento con frecuencia. Sospecho que a lo largo de su vida escolar experimentó la desagradable sensación de que amar los libros y entregarse vocacionalmente al estudio, le ha creado una cierta autoimagen de bicho raro o de apestado. Decía Ortega que, en momentos de crisis de la cultura, hay quien opta por refugiarse en la tradición y quien recurre a la acción, una acción en cierto modo "pura", que parece propia de un bárbaro porque ha renunciado a los anclajes con el pasado. Quizá ciertas conductas juveniles desordenadas o incluso agresivas respondan inconscientemente a ese desafío. Quizá, si los jóvenes no saben para qué sirve la escuela -para qué ese muro de su instituto que derribaron- sea porque nosotros mismos hemos olvidado cuáles son los fines de la escuela. Pese a todo resulta descorazonador, se lo aseguro, comprobar que encontrar un interlocutor de dieciséis años en un aula, alguien dispuesto verdaderamente a escuchar e intercambiar ideas es encontrar una rareza.

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  14. Lo mismo digo, Montesinos. Se nota que dominas el tema porque has sido juez y parte. Yo tampoco he dicho que la educación en España sea una desastre. Soy barojiano pero no creo que todo lo nuestro sean tan terrible por el simple hecho de ser lo nuestro. De lo que yo me quejaba en el comentario no era de la ineficacia de la ESO (eso es otro debate); al hablar de (in)cultura pensaba más en ese aniintelectualismo barato i desinformado al que me he referido poniendo el ejemplo de esa gente que me se pregunta para qué sirve la historia, la filosofía o el latín.

    Hablando de desinformación, les recomiendo que lean el par de comentarios que han hecho sobre el artículo en la web "Conéixer Canals" que enlazo arriba, sobre todo el primero. Su autor me llama retrógado (todo el mundo me pregunta por qué soy tan feminista y ahora va y me llaman retrógado; no lo entiendo) y dice que "qué se puede esperar de una persona que escribe en "El Imparcial" (el comentarista infiere que el nombre de este periódico digital tiene algo que ver con la pretensión de objetividad de su línia editorial). Eso es información y lo demás son tonterías. Alguien le podría decir a este amable lector que el título del periódico es un homenaje al periódico madrileño que desde el siglo XIX se publicaba con el mismo nombre y en el que escribían un tal Baroja o un tal Unamuno. Yo se lo diría pero, haciendo caso de su invitación, voy a preocuparme de cosas más importantes...

    Paco Fuster

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  15. Ayer El País publicó una tribuna excelente de Rafael Argullol, "Disparad contra la Ilustración". Dejo a Paco la iniciativa técnica de proporcionar el enlace, pero aconsejo encarecidamente leer el texto con atención. Plantea cuestiones que pueden interesaros a ambos, dada vuestra vinculació a la universidad. NO digo que suscriba todo lo que este filósofo dice, pero sí pone el dedo sobre la llaga de algunas de las cuestiones esenciales que nos preocupan, tal y como se refleja en el debate que habéis tenido.

    Leo siempre que puedo artículos de El Imparcial, creo que este tipo de iniciativas en la red son valiosas, siempre y cuando no se dediquen, como alguna que conozco, a servirse de la Red para soltar insultos. Evidentemente no es el caso.

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